He notado que mientras hay marchas por el tema de la inseguridad, debido a la cantidad alarmante de robos seguidos de violencia, no dejan de llamarme la atención actividades, que por pequeñas, pasan desapercibidas, pero que son indicios de una especie de movimiento subrepticio hacia pequeños delitos que pasan desapercibidos.

Uno de estos ejemplos es la nueva modalidad de las empresas de ofrecerte servicios por teléfono.

Yo los recibo constantemente, me gané autos, celulares, tarjetas de créditos, viajes, servicios de celulares, servicios de telefonía, ofertas en supermercados y así, lo que la imaginación les da a las empresas.

Indefectiblemente y antes de hacerle perder el tiempo al vendedor, le indico de entrada que si me encontró por tel, tiene mis datos, yo no ofreceré dato personal alguno.

Llamativamente desde hace años, un mes tras otro me llaman los mismos bancos, las mismas empresas, lo que es muy extraño ya que indefectiblemente contesto lo mismo.

Meditando sobre el asunto, pienso que si se paga a alguien para realizar esas llamadas debe haber un sin número de personas que aceptan esos convenios, en los que indefectiblemente les preguntarán por su número de documento, domicilio y datos personales por el estilo.

Digo yo, esa actividad, debería estar prohibida, no se debe alentar que haya gente que ofrece esos datos por medios tan inseguros.

Con un amigo especulábamos de llamar, usando la guía de teléfonos, y preguntando cosas a las personas fingiendo ser de un banco y cuántas de esas personas nos darían sus datos alegremente.

Llamamos a 10 personas, 2 nos dieron sus datos. No es suficiente para establecer estadísticas del tipo el 20%, porque para ello habría que ampliar la muestra, pero nuestra curiosidad fue saciada lo suficiente como para pensar en otros aspectos prácticos.

La llamada en promedio con las 10 personas duró 8 minutos, algunos nos cortaron, otros demoraron, la llamada de los datos duró una 10 minutos, la otra 15.

En suma, podríamos decir que tardando, cuanto mucho, 10 minutos por llamada, por exagerar, una persona puede hacer en una hora 6 llamadas, en 8 horas, 48 llamadas.

En una hora, podríamos especular que tendremos 10 personas aproximadamente que nos dieron sus datos personales.

Imaginemos que es sólo el 10 %, tendremos en una hora los datos personales de 5 personas que nos confiaron su domicilio, edad, numero de documento y horario en que se los puede encontrar para “enviarles un representante”.

Puerta abierta a estafadores, secuestradores y quién sabe qué cosas.

Lo cierto es que aún somos demasiados confiados, y la realidad es que no es posible vivir de otro modo, es ya bastante agobiante vivir pensando en llegar a fin de mes, que encima tenemos que preocuparnos que nos dejen llegar a fin de mes.

Últimamente recibo decenas de mails en el que se me solicitan datos de mis cuentas bancarias para depositarme miles de millones, sin exagerar, porque hubo un muerto en Adbijian y países parecidos cuya existencia desconozco y no me tomaré el trabajo de buscar, que dejó una herencia a un sobrino/nieto/hermano/hijo, la lista es infinita, que por razones legales de ese país, no pueden retirar pero sí transferir.

Este mensaje me ha llegado miles de veces, los parentescos diversos, el nombre del país diferente o igual, y lo llamativo: en todos los idiomas, árabe, chino y qué sé yo cuántos más.

En el mensaje se incluye que se pide “reserva” y lo más gracioso: honestidad.

También está apareciendo la modalidad “anzuelo”, aparecen mails de firmas como google, o Microsoft en el que te anuncia que fuiste acreedor de un producto original, el único detalle es que los mails, no son de esas empresas, sino de alguna con extensión .uk o parecido, ignoto y desconocido. A ver si somos claros: una enorme empresa como Mircrosoft, me hace un regalo por “rifa” de mails, y se contacta conmigo mediante un mail que no es de Microsoft, “evitando” el efecto publicitario que tal cosas suscitaría si fuera cierto.

Otra modalidad es la de las loterías, tu mail ha salido beneficiado con miles de euros, teniendo vos que enviar tus datos personales y cuenta bancaria para el depósito.

Y quién no a aparecido en un sitio en el que sorpresivamente te ganaste un premio por ser el visitante “millón”.

Como sea, los anzuelos están por todos lados y nadie los persigue, todos dan vueltas cíclicamente y llegan a los mails o a los teléfonos y a los celulares como si nada.

Me pregunto por qué nadie investiga esas cosas, tal vez las empresas que ofrecen servicios por telefonía deberían ser controladas de algún modo.

Y las empresas de servicios de mail, tener algún tipo de procedimiento para que esos mails no lleguen a nuestras casillas, ya que la técnica de enviar a una carpeta Spam no es muy buena, genera un proceso de revisación sistemático que no ahorra mucho tiempo.

Más allá de que es inevitable que nosotros administremos nuestros mails, me parece que alguien tiene que dedicarse un poco a investigar estos “regalos” que obviamente esconden intenciones aviesas y tal vez delitos inimaginables.